jueves, 14 de junio de 2007

Aires desérticos.

El desierto Chihuahuense es uno de los desiertos biológicamente más ricos del mundo. Cubre una extensión aproximada de 630,000 km2, atraviesa los estados de Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Durango, Zacatecas y San Luis Potosí, y cubre también parte del suroeste de Estados Unidos de América: Arizona, Nuevo México y Texas.

Los distintos habitats que existen en esta región dan pie a paisajes únicos. Aproximadamente un 30% de especies de cactácea del mundo crecen en éste desierto.

Mosqueros, cuclillos y otras aves, incluyendo rapaces como el halcón aplomado, contribuyen a mantener el equilibrio natural de esta región. Su fauna es rica en reptiles con más de 120 especies y también mamíferos como el oso negro y el puma.

En una aparente paradoja, el desierto es la única eco región clasificada tanto por su importancia terrestre como acuática. Sus lagos, manantiales, ríos y arroyos albergan un variedad de especies de agua dulce. En sus cuencas y ríos han evolucionado tortugas y peces.

Sin embargo, su paisaje esta cambiando rápidamente como resultado del uso del suelo. Sus plantas y animales desaparecen y una crisis por el agua amenaza la vida. El peligro que se cierne sobre su biodiversidad proviene de tres fuentes principales:
  • La sobre utilización del agua de los ríos, arroyos y pozos provoca el deterioro de los corredores acuáticos, muchos de los cuales no mantienen un flujo aparente.


  • El sobre pastoreo ha causado la desertificación y erosión, la invasión de platas exóticas y la pérdida de plantas nativas.

  • La falta de información sobre la importancia del desierto. Sus pobladores consideran su hogar como un lugar sin vida que tiene que ser conquistado.

Distintas organizaciones están trabajando en proyectos para evitar que esta hermosa y única región viva mucho tiempo más y permanezca tal cual es hoy día.

*Revista tentación.

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